¿Has probado a salir de tu zona de confort?
Los viernes Marketing.
Podríamos definir que la zona de confort es un entorno que dominamos, que conocemos, que nos resulta familiar y en el que nos desenvolvemos cómodamente recibiendo estímulos y efectos externos que nos afectan, sean estos positivos o negativos, pero que son elementos conocidos. Cuando los agentes externos que nos afectan son positivos la situación puede ser más peligrosa aún, como ya veremos más adelante.
¿De qué depende la zona de confort?
La zona de confort está estrechamente relacionada con la capacidad que tiene el ser humano de crear hábitos para buscar una seguridad y estabilidad así como para adaptarse a un entorno que muchas veces puede ser hostil. Se podría hablar de la búsqueda de la no asunción de riesgos por parte del individuo, de búsqueda de la rutina. En términos físicos podríamos estar hablando de inercia. La inercia es una propiedad de los cuerpos que hace que los mismos tiendan a permanecer en estado de reposo o de movimiento y se manifiesta como una reacción a modificar su estado. Por todo lo anterior podemos decir que la zona de confort también depende de nuestras actitudes personales, siendo estas características intrínsecas las más importantes y las que más resistencia oponen a abandonar esta situación muchas veces negativa.
La zona de confort está relacionada con la Pirámide de Maslow o jerarquía de las necesidades humanas, en concreto yo las relacionaría con las tres necesidades primarias: las fisiológicas, las de seguridad y las de afiliación.
Básicamente la zona de confort depende del enfoque interno que le queramos dar a la vida y a todo lo que nos sucede. Nuestra actitud marcará nuestra acción.
¿Y la zona de aprendizaje?
Los que tenemos hijos pequeños sabemos perfectamente qué es la zona de confort. Solamente tenemos que echar un vistazo a lo que sucede en cualquier colegio los primeros días de curso de infantil. Los llantos y lágrimas son la tónica general. Esos niños y niñas están siendo obligados abandonar su zona de confort y no les agrada. No quieren asumir ningún riesgo. Pero abandonar la zona de confort es una necesidad y no hay más remedio que asumir el riesgo y dar un paso adelante para llegar a la zona de aprendizaje. Si no damos un salto a la zona de aprendizaje no avanzaremos.
<<SI NO SALES DE TU CUEVA NO VERÁS LA LUZ>>
Ejemplos notables.
Vamos a ver unos ejemplos muy gráficos que se circunscriben al ámbito de las grandes empresas.
NOKIA
¿Quién se acuerda de Nokia? En su momento Nokia fue la indiscutible líder de la telefonía móvil a nivel mundial. Tenía controlado un porcentaje altísimo del mercado de la telefonía móvil y sus equipos gozaban de la confianza que le daba una garantía de calidad y de funcionamiento muy superior al resto de sus competidores. Gozaban de una estable e incluso envidiable zona de confort. Pero no supieron hacer una lectura de lo que estaba ocurriendo en el mercado. La aparición de los teléfonos inteligentes hizo removerse los cimientos de su modelo de negocio y las ventas bajaron considerablemente. Su cuota de mercado fue reduciéndose hasta prácticamente desaparecer.
EASTMAN KODAK COMPANY
¿KODAK? ¿Sigue existiendo KODAK? La respuesta es sí. Durante décadas esta compañía controló el inmenso mercado de los carretes de fotos y ha sido el mayor proveedor de películas cinematográficas. Su dominio fue prácticamente total en su sector pero no supieron darse cuenta de la llegada de los soportes informáticos y su reacción llegó demasiado tarde.
¿Quién se ha llevado mi queso?
Este libro ejemplifica claramente lo que es la zona de confort y qué significa abandonarla. De la lectura de este libro podemos obtener la idea de lo que es el mundo actual, un mundo que cambia a gran velocidad y donde pararse significa retroceder. Hay que estar en un continuo movimiento saliendo constantemente de la zona de confort para seguir avanzando.
¿Cómo nos afecta a arquitectos e ingenieros?
En España hasta el año 2007 se puede decir que los profesionales de la arquitectura y la ingeniería vivíamos en nuestra zona de confort. Pero llegó la crisis y nos cogió a muchos con “el pie cambiado”. Nos costó reaccionar y aún hoy en día estamos muchos desorientados con la nueva situación. En mi caso tomé la decisión de salir de mi zona, que era de todo menos de confort, y de reorientar mi modelo de negocio ofreciendo también servicios de cálculo de estructuras e instalaciones a otros profesionales a través de internet. A raíz de este cambio me surgió la oportunidad de ir a desarrollar un proyecto a Guinea Ecuatorial. Esto supuso dar otro salto fuera de mi zona de confort.
No puedo más que decir que la decisión de ir a otro país desconocido a trabajar es una de las decisiones más importantes y enriquecedoras que he tomado en mi vida. Mentiría si dijera que no fue duro, fue durísimo. Con dos niños pequeños se asemejó muchísimo a que me quitaran parte de mi vida, pero después de la experiencia no me arrepiento y ha servido para fortalecer más aún el vínculo familiar.
Después de 15 meses fuera de casa, con una posición y un salario a los que probablemente nunca podré optar en España, vi que aquello no era lo que quería y tomé la decisión de volver. A mi vuelta vine con las ideas más claras de lo que quería para mí, comencé una nueva aventura que supone este blog y puedo decir que me siento muy motivado y realizado con lo que estoy haciendo ahora.
En definitiva, salir de la zona de confort es una decisión difícil y probablemente necesitaremos de alguien que nos apoye y empuje a la hora de tomarla, pero supone un cambio importante en la vida de cada persona tanto a nivel profesional como de realización interior. Analiza tu situación y si crees que estás atrapado por tu zona de confort busca alternativas, pregunta a otros profesionales de tu entorno y toma la decisión. Si lo tienes claro no te arrepentirás. Si sale mal siempre tendrás la recompensa de un aprendizaje propio y eso tiene un valor incalculable.
Muchas gracias por tu atención.
Arquitecto e Ingeniero Técnico de Obras Públicas